El Teatro del oprimido evoluciona como una respuesta a la realidad social y política de América Latina. Sus comienzos se pueden señalar en Brasil, en 1968, cuando, por las condiciones políticas, se hizo imposible hacer teatro y el director y dramaturgo Agusto Boal decide explorar el teatro popular más directo, es decir, un teatro hecho por y para el pueblo.
Se basa en el estudio interactivo de escenas que simulan la realidad y el juego de roles, analizando las relaciones de poder y los mecanismos de opresión presentes en la sociedad en sus distintos niveles.
Tiene dos principios fundamentales: en primer lugar, transforma al espectador -ser pasivo, receptivo, depositario- en protagonista de una acción dramática -sujeto, creador, transformador; en segundo lugar, trata de no contentarse con reflexionar sobre el pasado, sino de preparar el futuro.
Augusto Boal se baso en los postulados de Paulo Freire, como método, y en el supuesto de que todos los idiomas son lenguajes, pero que hay infinidad de idiomas que no son idiomáticos. Es decir, hay numerosos lenguajes, además de las lenguas habladas o escritas. Por esto, el dominio de un nuevo lenguaje le permite a la persona obtener una nueva forma de conocer la realidad y de transmitir conocimientos a las demás. Aquí es donde interviene el factor teatro, como lenguaje insustituible que se relaciona con otros similares a través del conocimiento de lo real. Por estas razones, el teatro podía ser considerado como lenguaje y utilizado por cualquier persona, con o sin aptitudes artísticas, “intentamos mostrar en la práctica cómo puede el teatro ser puesto al servicio de los oprimidos para que éstos se expresen y para que, al utilizar este nuevo lenguaje, descubran también nuevos contenidos”.
Desde el punto de vista del Teatro del oprimido, en este caso se trataba de aplicar aquellos principios ya enunciados sobre el espectador que asume su rol protagónico, cambia la acción dramática, ensaya soluciones, debate ideas y, en resumen, “se ensaya para la acción real”.
El plan general para logra este propósito puede ser sintetizado en cuatro etapas:
-Primera etapa: conocer el cuerpo en base a ejercicios.
-Segunda etapa: tornar el cuerpo expresivo, a través de juegos cotidianos.
-Tercera etapa: el teatro como lenguaje, se empieza a practicar el teatro.
-Cuarta etapa: el teatro como discurso, practicando escenas sencillas en que el espectador-actor presenta espectáculos sobre temas que le interesan.
Contenidos del Taller:
Ejercicios sensoriales. 5 categorías del Teatro del oprimido:
· Sentir todo lo que se toca.
· Escuchar todo lo que se oye.
· Activar los distintos sentidos.
· Ver todo lo que se mira.
· La memoria de los sentidos.
Teatro Imagen
· Imagen de la opresión
· Imagen de las imágenes
· Contra imagen
· Imagen de Transición
· Dinamización de las imágenes
Teatro Foro
· Dramaturgia del Teatro Foro (protagonista, antagonista, aliados, conflicto…)
Objetivos
- Introducir los fundamentos del Teatro del Oprimido y su aplicación en el trabajo personal y comunitario.
- Poner en práctica juegos y ejercicios que buscan la desmecanización y la expresividad.
- Desarrollar la imagen como herramienta de creación y su contenido estético para el trabajo social y comunitario.
- Introducir a la dramaturgia del Teatro Foro.
Duración
El taller tendrá una duración de 18 horas.
Responsables:
Rubén Ávila: desde el año 2007 ha formado parte de la investigación sobre el Teatro del Oprimido llevada acabo en colectivo por el grupo Andamio Teatro Raro. A partir de ese año ha participado, como actor, director y "curinga" (moderador) en la creación de varias piezas de teatro foro, ha impartido talleres en el área rural y urbana con diversos participantes: lideres campesinos, jóvenes, mujeres privadas de libertad, maestros y maestras, y le ha dado seguimiento a procesos de formación política utilizando el Teatro del Oprimido como herramienta.
Participó en el Primer proceso de multiplicación de Teatro del Oprimido organizado por proyecto METOCA recibiendo un taller intensivo de una semana de duración impartido por Geo Britto, miembro del Centro del Teatro del Oprimido de Rio de Janeiro.
Participó en el II Encuentro Latinoamericano de Teatro del Oprimido con la presentación de la Obra “Los despojados”, creada colectivamente con el grupo La Bodega Teatro Rebelde, de la Finca comunitaria La Florida. Durante este festival asistió al taller Arcoíris del Deseo impartido por miembros del centro de Teatro del Oprimido de Rio de Janeiro, Brasil.
Camilla Camerlengo: actriz y psicóloga clínica y comunitaria, integrante
de Andamio Teatro Raro. Desde el año 2007 ha participado en la creación de varias
piezas de teatro foro y en talleres en el área rural y
urbana utilizando el Teatro del Oprimido como herramienta de formación política .
Ha participado en el II encuentro latinoamericano de Teatro del Oprimido en
enero del 2012 en el taller Arcoíris del Deseo y en el primer laboratorio guatemalteco de Madalenas Teatro de las Oprimidas en febrero del 2013 impartidos por integrantes del centro de Teatro del Oprimido de Rio de Janeiro, Brasil.
Ha coordinado diferentes procesos de teatro terapia con mujeres
sobrevivientes de violencias, privadas de libertad, jóvenes, mujeres de áreas
rurales y trabajadores del Organismo Judicial.
Costo Q. 300. 00
CUPO LIMITADO
INSCRIPCIONES
andamioteatroraro@gmail.com
tel: 3070-5536/5884-8203